El Conde Amable

lunes, 28 de julio de 2008


Adela, la brujita del barrio Calabaza, quiere participar del concurso "La bruja pastelera del año", y con la ayuda de una receta ancestral prepara una torta deliciosa.
Pero, para completar los ingredientes de la torta, necesita un pelito de ratón criado en un castillo abandonado.

Mientras la brujita revuelve todo a fuego lento piensa: "Si quiero ganar el concurso tendré que encontrar un castillo abandonad en el que viva un ratoncito".

Sin perder más tiempo, decide irse en busca de un castillo abandonado a bordo de su vieja escoba Cachucita y acompañada como siempre por su fiel consejero e inseparable amigo el cuervo Cachuzo Cachuzón.
-¡¨Vamos Cachucita! -dijo Adela, despertando a su escoba dormilona.
-¡Busquemos el pelito de ratón para poder terminar este delicioso tortón!

Después de unos cuantos zig-zags entre nubes movedizas, los tres viajeros voladores encontraron un gran castillo solitario y tenebroso.
-¡Qué lugar tan hermoso! -exclamó Adela con alegría. Pero luego pensó: "Si el castillo estuviera habitado, no me serviría de nada lo que encuentre allí".

Una vez que aterrizaron, se acercaron a la oscura casona. La enorme puerta del castillo crujía mientras se abría con lentitud. La brujita Adela se asomó y golpeando sus manos gritó:
-¡Hola! ¿Hay alguién en este hermoso castillo?
Nadie contestaba. Sólo se oía el eco de una voz familiar para Adela.
-jijijiji -, reía. -¡Esa soy yo!
-¡Muy bien! -dijo la bruja a su cuervo Cachuzo Cachuzón-. El castillo está desierto.
Busquemos un ratoncito y pidámosle por favor que nos dé un pelito.

Adela husmea por los salones del interior de la enorme casona y, de tan feliz que estaba, no se había dado cuenta de que el castillo estaba habitado.
Hasta que una voz inesperada exclamó:
-¡Bienvenida!
-¡¡¡AH!!! -gritó Adela espantada.
-Pensé que la casa estaba abandonada.¡Que susto!
-¡OH! Discúlpeme, por favor, no fue mi intención... Pero, permítame presentarme, soy el Conde de este castillo y me llamo Amable. ¿Cuál es el nombre de su pájaro?
-Se llama Cachuzo Cachuzón y es un cuervo obediente. Ceba mate, cocina, lava, plancha, y además es muy inteligente.
"Mmmm, justo lo que necesito para mi mansión", se decía el Conde mientras escuchaba los elogios de Adela y observaba detenidamente al cuervo.

El Conde Amable les permitió pasar la noche allí y los alojó en una habitación de la siniestra casa; pero tenía planes ocultos.
Cuando anocheció, el Conde se convirtió en vampito, y rápidamente se dirigió a la habitación de la brujita y sus amigos para hipnotizarlos. Así se divertía Amable: durmiendo a sus huéspedes para convertirlos en felices sirvientes que lavaran, plancharan, cocinaran e hicieran las tareas del hogar que él odiaba.

Pero Adela, que no veía muy bien, confundió al Conde Amable con una mosca gigante y, agitando su varita dos veces, hizo aparecer un espanta moscas humeante.

-¡Fuera! ¡Fuera moscón! ¡Fuera! ¡Fuera que vas a despertar a Cachuzón! -gritaba Adela con su espanta moscas en mano.
El vampiro tuvo que salir huyendo envuelto en humo y tosiendo.

Adela y el cuervo Cachuzón, cansados por el viaje, durmieron toda la noche. Al despertar no encontraron al Conde Amable para despedirse y agradecerle tanta hospitalidad.
El pelito del ratón ya no servía para la receta de la torta del concurso ya que el Conde Amable habitaba aquella desconocida mansión. Adela tendría que pensar en otro ingrediente, para no quedar fuera de la competencia de tortas.
"Tengo que agregarle a esta receta ancestral un toque personal", se decía, cuando descubrió un gran plumón en la cabeza del cuervo Cachuzo Cachuzón.

Con la ayuda de Cachucita, la bruja Adela regresó a su casa del árbol, en el barrio Calabaza.
Al llegar, terminó la torta a tiempo renovando la receta de sus abuelos.
No hubo pelito de ratón y el ingrediente final fue el único plumón de su amigo cuervo.

Finalmente, Adela ganó el concurso "Bruja pastelera del año", compartiendo el galardón con su compañero colaborador, el cuervo Cachuzo Cachuzón.
Los dos festejaron contentos porque ganaron como premio vacaciones en el bosque encantado en una cabaña abandonada llamada "La Embrujada".

FIN
Autor: Coronel

nena paseando un perro

jueves, 24 de julio de 2008



Esta nenita la hice yo sola y mi mamá hizo otra que me gustó mucho.
¿cuál es el colmo de un gato?
tener una vida de perros.



UN POTRILLO NEGRO

lunes, 21 de julio de 2008

Había una vez un potrillito negro, muy vivaracho y movedizo, que tenía grandes ambiciones. ¡Quería hacer cosas importantes! Antes que nada, quería conocer muchos lugares. Y después, conseguir un trabajo donde pudiera demostrar todo lo que valía.
Así fue que, después de andar y andar por muchos lugares, pensó que ya conocía bastante y le pareció que era hora de encontrar un buen trabajo.
Entonces fue a una granja, donde vió a una mujer que ordeñaba una vaca.
-Buenos días, señora. ¿Podría decirme si necesita un potrillo para trabajar? -le preguntó muy entusiasmado.
-Mmm, no sé -dijo la señora, pensativa-.
-Podría ser. ¿Por qué no vas hasta la casa y hablas con el capataz?
El potrillito le hizo caso a la señora y fue a verlo. El capataz estaba cargando una enorme carro de heno junto a un peón.
-Buenos días. ¿Hay trabajo para mi?
-ja, ja, ja-se rió el capataz-. Eres muy chiquito. Ni siquiera podrías mover este carro.
-Claro que puedo- dijo el potrillo.
Pero por más que lo intentó no logró moverlo de su lugar.
Avergonzado, el potrillo se fue de allí. Después de andar un rato, encontró un hombre vestido de uniforme.
-Señor, puedo trabajar con usted? -le preguntó.
-¿Sabes saltar?- dijo el hombre.
-¡Claro!- dijo el potrillito, aunque no era cierto.
El hombre fue a buscar unas vallas altas y lo hizo saltar.
Pero, el potrillo no sabía, lo único que hizo fue apoyar apenas una pata sobre la valla. ¡Y no lo contrataron!
Al otro día, fue al pais del rey de ajedrez, que tenía un enorme juego de ajedrez, con caballos de verdad y justo se le acababa de ir uno asi que necesitaba reemplazarlo.
El potrillo se presentó en el palacio a pedir trabajo. El rey lo mandó a que se pusiera sobre el tablero, en la casilla correspondiente.
Pero el potrillo saltaba mucho y se salió de su lugar, porque estaba más acostumbrado a jugar a la rayuela que al ajedrez. El rey se enojó mucho y le dijo que en castigo le iban a dar un remojón.
El potrillo pensó que se trataba de una broma y no se preocupó.
Pero no era una broma. Entre dos dos hombres lo llevaron hasta la costa y...
¡A la una, a las dos y a las tres...! De un empujón lo arrojaron al mar.
¡Qué sorpresa se llevó!
El potrillito negro empezó a nadar, tratando de llegar a la costa. Pero como había tormenta y el mar estaba muy revuelto, en vez de acercarse se alejó.
Asi fue que, justo cuando ya estaba muy cansado para seguir nadando, unos pescadores lo vieron desde su barco.
Los buenos hombres no podían creer lo que veían. ¡Un caballo en el mar! Ellos estaban acostumbrados a ver peces, solamente. Pero a pesar de la gran sorpresa, se acercaron con su barco todo lo que pudieron y le arrojaron la red al pobre potrillo.
Qué alegría la del caballito cuando los pescadores lo subieron a cubierta. De contento, nomás, empezó a dar saltos.
-¡Ten cuidado, amiguito! -le dijo uno de los pescadores-. No te olvides que estás en un barco. Dejá los saltos para cuando lleguemos a tierra.
El potrillo entendió y se quedó tranquilo, mientras el pescador le pasaba un cepillo por las crines.
Una vez en el puerto, el más viejo de los pescadores lo llevó a su casa con él.
-Qué lindo caballito! -dijo su nieto, no bien lo vió-. ¿Puedo jugar con él?
-Claro -dijo el abuelo-. Pero primero voy a cortar unas bases de madera para que el potrillo se pare encima y te puedas hamacar.
Y asi fue. Le enseñaron al caballito a pararse sobre las bases y el niño se hamacaba de la noche a la mañana. ¡Pobre potrillo negro! De tanto hacer equilibrio sobre las maderas, le dolía todo el cuerpo, desde las patas hasta las orejas.
Esa no era vida para un caballo. Después de dos días de trabajar como juguete, decidió renunciar.
"¿Adonde iré?", pensaba. Entonces tuvo una gran idea genial: "A casa. Iré a casa".
Cuando llegó, los peones de la estancia fueron los primeros que lo vieron. Lo llevaron al establo, le dieron un baño, lo peinaron, le pusieron herraduras nuevas. ¡Lo dejaron hecho una hermosura!.
Enseguida aparecieron el papá y la mamá, felices de verlo otra vez.
-¿Donde estuviste? - le preguntó su mamá.
-Fui a buscar trabajo. Pero no encontré nada que me gustara.
-Si quieres trabajar, yo sé donde puedes hacerlo- dijo el papá.
Entonces lo llevó hasta la plaza del pueblo, que era muy grande y muy linda.
-Aquí hay muchos chicos. Podrás llevarlos a pasear por la plaza. ¿Qué te parece la idea? -le preguntó el papá.
Al potrillo la idea le pareció muy buena. Y esa misma tarde empezó a trabajar.
Así pasaron unos cuantos días, hasta que empezaron a aparecer los problemas. Sucedió que como todos los chicos querían pasear al mismo tiempo, y el potrillito no podía llevar a más de uno por vez, se pelearon muchísimo.
El vendedor de globos, que veía que los chicos se peleaban todos los días, tuvo una idea. Fue a ver al carpintero y le pidió que hiciera un trencito.
Cuando el tren estuvo listo, se lo engancharon al potrillito, que enseguida se fue a dar vueltas por la plaza, muy contento.
A partir de ese día, los chicos empezaron a pasear en grupos y dejaron de pelearse. Y todos quedaron contentos y felices: los chicos con el tren y el potrillo con su trabajo.

FIN

PADRINOS MÁGICOS

domingo, 20 de julio de 2008


Estos son los padrinos magicos los dibujitos de la tele que mas me gustan porque son divertidos. Ayer, mi papá me llevó al cine a ver wall.E y es super divertida.
besos Cami

PERROS

martes, 1 de julio de 2008


Este es un albun de perros trillisos...


Mi perro timmy esta enamorado de tuti.Se piensa que ese perro es de verdad porque es altito como un perro .
Este perro me lo regalo la abuela.
Besos
cami.